El Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea llegaron a un acuerdo la semana pasada sobre cómo proteger mejor a los peces de las profundidades marinas, así como a esponjas y corales manteniendo la viabilidad de la industria pesquera europea.
Las especies de aguas profundas se capturan en el Atlántico más allá de las principales zonas de pesca, llegando a los 1.500 metros de profundidad. Sin embargo, hay que ser conscientes de que este es un ecosistema frágil y que es muy difícil y lento de recuperar una vez dañado. Los pescadores de aguas profundas del Atlántico Nordeste que trabajan en las aguas de la UE, incluidas las de España y Portugal, así como las aguas internacionales, están regidos por las medidas de conservación adoptadas por la Comisión de Pesquerías del Atlántico Nordeste (CPANE), en la que participa la UE y otros países de la zona.
El reciente acuerdo tiene en cuenta las normas de 2003 sobre la pesca en aguas profundas de la UE y mantiene su línea con los objetivos de sostenibilidad de la reforma de la Política Pesquera Común de la UE, ayudando así a proteger mejor los fondos marinos europeos.
A partir de ahora, los pescadores sólo podrán orientar la pesca de aguas profundas a zonas donde ya pescaron en el pasado, la llamada “huella pesquera”, asegurando así que las zonas prístinas permanezcan intactas. Asimismo, las redes de arrastre por debajo de los 800 metros de profundidad estarán prohibidas por completo en las aguas de la UE, y las áreas con Ecosistemas Marinos Vulnerables (EMV) estarán cerradas a la pesca de fondo por debajo de los 400 metros, y para una mayor protección de los EMV los pescadores tendrán que informar sobre el número de esponjas o corales que capturan y pasar a otras zona de pesca en caso de que se haya llegado a la cantidad máxima.
Por otro lado, las medidas específicas, como los desembarques en los puertos designados, servirán para mejorar la aplicación y el control, y además las autorizaciones de pesca pueden ser retiradas en caso de incumplimiento de las nuevas normas.