Durante la segunda semana del mes de junio tuvo lugar la Semana Europea de la Salud Digital 2016 en Ámsterdam, que este año se centró en la importancia de la confianza y los estándares en las prestaciones de salud y cuidados a través de esta vía.
La Semana Europea de la Salud Digital de 2016 estuvo coorganizada por la Comisión Europea, la Presidencia holandesa de la UE yHIMSS Europa (una plataforma pan-europea para la colaboración e intercambio de buenas prácticas).
La Comisión reconoció el potencial de la salud digital en su Segundo Plan de Acción, en el que se muestran los beneficios del intercambio y del acceso a datos relativos a la salud. La pérdida de control y confianza en el entorno online y la insuficiente toma de conciencia al respecto son dos elementos fundamentales que necesitan abordarse, según reflejó el 75% de los participantes en un reciente Eurobarómetro sobre este asunto.
La confianza también es importante a la hora de utilizar aplicaciones móviles que realicen un seguimiento de la salud de los pacientes y proporcionen una opinión en materia de salud. Estas aplicaciones están ganando una popularidad creciente, pero según la consulta publicada en el Libro Verde de la Comisión Europea sobre salud móvil digital de 2014, con bastante frecuencia la población no confía en este tipo de programas. Los participantes en la consulta consideraban que tener el consentimiento del usuario, así como poner en práctica herramientas de privacidad y seguridad son elementos cruciales en relación con el uso de las aplicaciones para dispositivos móviles.
En cuanto a la actividad de la UE en esta materia, hay que resaltar que se ha implementado un robusto e importante marco legal para la protección de datos de carácter personal. Esta nueva regulación sobre protección de datos se ha adoptado recientemente y refuerza los derechos individuales y refuerza su aplicación mucho más que antes.
No obstante, los requisitos legales no siempre son fáciles de entender e implementar, especialmente para las pequeñas empresas y para las que están comenzando. Con el fin de simplificar estas cuestiones a los desarrolladores de aplicaciones, se ha desarrollado un Código de Conducta sobre la privacidad en las aplicaciones móviles referentes a la salud, y se ha enviado a las Autoridades de Protección de Datos de los Estados miembros para su implementación. Este código abarca cuestiones como el consentimiento del usuario, la privacidad por acción y omisión, o los mensajes de seguridad. En un instrumento voluntario, pero los desarrolladores de aplicaciones que lo firmen se comprometen a seguir estas normas, que se basan en la legislación europea de protección de datos.