Un estudio presentado esta semana confirma las reiteradas críticas de la Junta de Andalucía y la eurodiputada Clara Aguilera hacia el sistema de etiquetado del pescado.
El estudio presentado en la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo confirma la confusión que provoca a los consumidores la obligación actual de identificar las zonas de captura de los productos con una división en zonas realizada por la FAO hace más de 70 años, situación que ya ha sido denunciada en numerosas ocasiones por la eurodiputada y la Junta de Andalucía.
Durante su intervención, Aguilera ha recordado a la Comisión Europea que los consumidores tienen derecho a un etiquetado expresado en términos comprensibles, que indique "de manera obligatoria" tanto la zona de captura como las artes de pesca utilizadas. El actual etiquetado utiliza un sistema de zonas elaborado con fines científicos, y no es responsabilidad de los ciudadanos entender esta clase de etiquetados. Además ha agregado que la propuesta de la Comisión de añadir información para solventar este problema aumentaría la confusión debido al exceso de información, dificultaría el proceso de toma de decisiones e incrementaría los costes.
La eurodiputada ha recordado que esta confusión no es algo que afecte solo a Andalucía. Cuando los productos capturados en aguas del Golfo de Cádiz o de Galicia son etiquetados obligatoriamente como Aguas de Portugal; el problema es generalizado y ocurre, por ejemplo, con las capturas de Gales o de Bretaña, etiquetadas como Mar de Irlanda o como Golfo de Vizcaya, entre otras.
Finalmente, Aguilera ha reclamado la modificación del artículo 38.1 en su apartado a) del Reglamento de la OCM de Pesca y Acuicultura, que establece la obligatoriedad de mencionar las zonas FAO en los productos pesqueros, declarando la necesidad de simplificar la información y hacerla comprensible para los consumidores para incrementar la trasparencia en los mercados, mejorar la sensibilización de los consumidores y añadir valor en la cadena de comercialización de los productos provenientes de la pesca, especialmente, de la pesca artesanal.
Además, ha reclamado un eco-etiquetado público de ámbito europeo para los productos de la pesca, ya que actualmente existen con 28 etiquetados del sector privado, que son imposibles de identificar por los consumidores europeos, como ha señalado el estudio.