La Comisión Europea y la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad han desvelado las principales líneas de la revisión de la política europea de vecindad (PEV), exponiendo el planteamiento renovado de la Unión para sus vecinos del Este y del Sur. La revisión es consecuencia de amplias consultas con los Estados miembros, los países socios, las organizaciones internacionales, los interlocutores sociales, la sociedad civil y el mundo académico.
«Una asociación reforzada con nuestros vecinos es clave para la Unión Europea, en un momento en que tenemos que hacer frente a numerosos desafíos dentro y fuera de nuestras fronteras. Los ataques terroristas de París el viernes, y también los recientes ataques de Líbano, Egipto, Turquía e Irak, muestran una vez más que nos vemos confrontados a amenazas de alcance mundial a las que la comunidad internacional ha de hacer frente unida. Debemos construir juntos un entorno más seguro, intentar resolver las numerosas crisis de nuestra región común, apoyar el desarrollo y el crecimiento de las zonas más pobres y ocuparnos de las causas de las migraciones en sus orígenes. Este es, precisamente, el objeto de la actual revisión de la PEV, que continuará promoviendo nuestros valores e intereses comunes, y que involucrará también a los socios aumentando la cooperación en materia de seguridad. Las medidas establecidas hoy intentan buscar maneras de reforzar conjuntamente la resiliencia de nuestras sociedades y las de nuestros socios y nuestra capacidad de trabajar conjuntamente con eficacia en nuestros objetivos comunes», declaró la alta representante/vicepresidenta Federica Mogherini.
«Nuestro reto más acuciante es la estabilización de nuestra vecindad. Los conflictos, el terrorismo y la radicalización suponen una amenaza para todos nosotros. Pero la pobreza, la corrupción y la mala gobernanza son también fuentes de inseguridad. Por ello, reorientaremos las relaciones con nuestros socios en caso necesario de acuerdo con nuestros intereses comunes verdaderamente compartidos. En particular será clave el desarrollo económico, prestando especial atención al empleo y la formación juveniles», añadió el Comisario de Política Europea de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn.
Estabilización, diferenciación y pertenencia
Para la PEV, la estabilización será la principal prioridad política en este mandato. La diferenciación y una mayor asunción común serán otros elementos clave de la nueva política europea de vecindad, reconociendo que no todos los socios aspiran a cumplir las reglas y normas de la UE, y reflejando los deseos de cada país sobre la naturaleza y el alcance de su asociación con la UE. La UE mantendrá y seguirá fomentando valores universales a través de la PEV, buscando formas más eficaces de promover la democracia, los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de Derecho.
Sectores clave
La nueva PEV movilizará esfuerzos para apoyar un desarrollo económico y social inclusivo; la creación de oportunidades de empleo para la juventud figurará entre las medidas clave de estabilización económica. Se pondrá un nuevo énfasis en promover la cooperación con los países socios en el sector de la seguridad, principalmente en los ámbitos de las políticas de prevención de conflictos y de lucha contra el terrorismo y la radicalización. La movilidad segura y legal, por una parte, y la lucha contra la migración irregular y la trata y tráfico de seres humanos, por otra, son otras de las prioridades. Por último, se prestará mayor atención al trabajo con los socios sobre seguridad energética y cambio climático.
Más flexibilidad, eficacia y un nuevo enfoque de la asociación
La UE está ofreciendo reorientar las relaciones con sus vecinos para abordar las prioridades políticas consideradas por ambas partes como base de la asociación. Esta posibilidad se examinará con los socios, y resulta esencial para que aumente su sentido de pertenencia. El objetivo es también que los Estados miembros participen más intensamente en la definición y la aplicación de la política en los países vecinos.
La nueva PEV introducirá nuevos métodos de trabajo, incluida la supresión del tradicional paquete anual de informes por país. A partir de ahora los informes se adaptarán más a la naturaleza y el calendario de trabajo de cada asociación.
La nueva PEV intentará desplegar los recursos financieros disponibles de forma más flexible, de modo que la UE pueda reaccionar con mayor rapidez a los nuevos desafíos en los países vecinos. Se prevé un compromiso más intenso con la sociedad civil, los interlocutores sociales y los jóvenes.
A nivel regional, la Asociación Oriental se reforzará en consonancia con los compromisos asumidos en la Cumbre de Riga de 2015. La Unión por el Mediterráneo puede desempeñar un mayor papel de apoyo a la cooperación entre países vecinos del Sur. La nueva PEV también intentará implicar a otros actores regionales, más allá de los países vecinos, cuando proceda, para hacer frente a los desafíos regionales.
Próximos pasos
En los próximos meses, las propuestas hoy desveladas en la Comunicación conjunta, se debatirán con los Estados miembros y los países asociados, con el fin de definir conjuntamente nuevas prioridades y la forma de las futuras relaciones.
Léase la comunicación conjunta:
https://eeas.europa.eu/enp/documents/2015/151118_joint-communication_review-of-the-enp_en.pdf
Más información:
https://ec.europa.eu/enlargement/neighbourhood/
https://eeas.europa.eu/enp/index_en.htm
Antecedentes:
La política europea de vecindad (PEV), se puso en marcha en 2004 para ayudar a la UE a apoyar y fomentar la estabilidad, la seguridad y la prosperidad en los países más cercanos a sus fronteras. La UE sigue comprometida con esos objetivos, pero los acontecimientos de los últimos años han demostrado la necesidad de un nuevo enfoque, la redefinición de las prioridades y la introducción de nuevos métodos de trabajo.
La revisión, propuesta por el presidente Juncker y solicitada por los Estados miembros de la UE fue objeto de una consulta pública que aportó más de 250 contribuciones de los Estados miembros, los Gobiernos de los países socios, instituciones de la UE, organizaciones internacionales, interlocutores sociales, sociedad civil, empresas, grupos de reflexión, instituciones académicas y otros ciudadanos. Esta amplia respuesta confirma la necesidad de un cambio en la política europea de vecindad, tanto en su contenido como en su metodología.