La Comisión sopesará las recomendaciones recogidas en el informe del Grupo operativo sobre mercados agrícolas e intentará dar una respuesta política adecuada en consonancia con su apoyo continuo al sector agrícola.
El informe presentado ayer, resultado de diez meses de trabajo, al Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, Phill Hogan, es un reflejo de la preocupación creciente sobre la evolución mundial de la cadena agroalimentaria y, en particular, sobre la posición del productor en dicha cadena. Por ello, se pidió al Grupo operativo que analizara diversas cuestiones relevantes, siempre con vistas a mejorar la posición de los agricultores en la cadena alimentaria.
Ante el temor de que los agricultores se lleven la peor parte de la volatilidad de los precios y de los períodos prolongados de precios bajos, el informe del Grupo operativo concluye que el marco político por el que se regula la cadena de suministro ¨puede y debe seguir mejorándose¨.
Entre las demás conclusiones, el informe insta a que se adopten nuevas normas a nivel de la UE para abordar algunas prácticas comerciales desleales, así como a que se establezcan sistemas de cumplimiento eficaces en los Estados miembros, como por ejemplo el recurso a un árbitro. Además, se recomienda incrementar la transparencia del mercado, reforzar la cooperación entre los agricultores, facilitar el acceso de estos últimos a la financiación y mejorar la utilización de herramientas de gestión del riesgo.
