El Informe Conjunto sobre Sistemas de Salud y Sostenibilidad Fiscal de 2016 presenta los retos y opciones políticas para cuidados sanitarios y a largo plazo con el fin de asegurar un acceso a la sostenibilidad fiscal con servicios de calidad para todos.
Los sistemas de salud contribuyen a preservar y restaurar la buena salud de la población de la UE. También permiten a las personas vivir de manera independiente mediante la provisión de servicios sociales, como los que se proporcionan a los pacientes con cierto grado de dependencia. Los sectores de servicios de asistencia médica y cuidados a largo plazo también juegan un importante rol en el conjunto de la economía: suponen un 8% sobre el total de la fuerza de trabajo europea, y un 10% del PIB de la Unión. Además, este sector contribuye a la prosperidad económica mediante la mejora de su participación y productividad en el mercado laboral y será crucial para asegurar una vida laboral más larga en el contexto de una sociedad en proceso de envejecimiento.
Todos los Estados miembros de la UE enfrentan unas presiones fiscales fuertes y crecientes en sus sistemas de salud y de cuidados a largo plazo, debido a sus altos niveles de gasto público y de deuda en la mayor parte de los países, así como presiones demográficas y avances tecnológicos. En consecuencia, será necesaria una mayor acción política y mantener los niveles de contribución al sistema de salud y de cuidados a largo plazo para mejorar la salud de la población.
La necesidad de transformar los sistemas de salud sostenibles haciéndolos más efectivos, accesibles y resilientes ha sido completamente reconocido por los responsables políticos en la Unión Europea y a nivel nacional.
El presente informe actualiza los hallazgos del informe anterior de 2010 y extiende el análisis para los sistemas de salud para cuidados a largo plazo. De manera concreta, describe tendencias de gasto pasadas y futuras y hace descripciones detalladas por país.
