El informe conjunto de la Comisión Europea y la OCDE muestra que un cambio en las políticas sanitarias de la UE podría salvar vidas y ahorrarle miles de millones de euros.
Tal como muestra el informe conjunto de la Comisión Europea y la OCDE «Health at a Glance: Europe 2016», publicado ayer, la esperanza de vida supera en la actualidad los 80 años en la mayor parte de los países de la UE. Sin embargo, esta cifra récord de esperanza de vida no siempre se corresponde con años de buena salud. Alrededor de 50 millones de personas en la UE padecen algún tipo de enfermedad crónica y cada año muere más de medio millón de personas en edad de trabajar como consecuencia de ellas, lo que representa un coste anual de cerca de 115 000 millones de euros para la economía de la UE.
Pare evitarlo, según el Informe, la Unión necesita unos sistemas de salud más eficaces y accesibles. Podrían salvarse muchas vidas si se orientaran más recursos a la promoción de la salud y a estrategias de prevención de enfermedades, a fin de hacer frente a estos factores de riesgo y, en segundo lugar, mediante la mejora de la calidad de la asistencia para las enfermedades agudas y crónicas. Además, las políticas de los Estados miembros deberían centrarse en la reducción de los obstáculos financieros para la asistencia sanitaria, el refuerzo del acceso a la atención primaria y la reducción de los tiempos de espera excesivos.
El envejecimiento de la población, junto con el aumento de la frecuencia de las enfermedades crónicas y las limitaciones presupuestarias, requerirán cambios en la manera en que prestamos la asistencia sanitaria, lo que incluirá el desarrollo de la sanidad electrónica, la reducción de las estancias en hospitales mediante la mejor organización de los servicios de atención primaria y comunitaria y un gasto más racional en productos farmacéuticos, por ejemplo aprovechando plenamente las oportunidades de sustitución por un genérico.
El ciclo del «Estado de la salud en la UE» tiene por objeto ayudar a los Estados miembros a responder a los desafíos mencionados ayudándolos en sus esfuerzos para mejorar los conocimientos y elaborar unas políticas basadas en pruebas.
El informe publicado ayer es el primer producto del ciclo. El siguiente paso consistirá en elaborar perfiles sanitarios nacionales para los 28 países de la UE en los que se destaquen las características específicas y los desafíos a que se enfrenta cada uno de ellos. Los 28 perfiles irán acompañados de un documento de análisis de la Comisión, en el que se pondrán en relación las conclusiones con la agenda más amplia de la UE y se hará hincapié en las circunstancias de cada Estado miembro.