El pasado 25 de junio, el Secretario Parlamentario del Ministerio de Desarrollo y Bienestar de Letonia, Reinis Uzulnieks, participó en una mesa redonda en una conferencia en Bruselas organizada por el Instituto Europeo de Igualdad de Género para presentar el Índice Europeo de Igualdad de Género 2015.
Reinis Uzulnieks destacó el papel del Índice para evaluar la eficiencia de las políticas de igualdad, y afirmó que este instrumento anima a los Estados miembros a implementar medidas que puedan asegurar la igualdad real entre mujeres y hombres. Sin embargo, tal y como muestran los resultados del Índice, la igualdad entre hombres y mujeres en la Unión Europea se ha conseguido, tan solo, parcialmente.
El Índice de Igualdad de Género muestra las diferencias entre hombres y mujeres en áreas claves a nivel individual y en cada Estado miembro. El Instituto Europeo de Igualdad de Género ha usado una línea temporal que incluye los resultados de 2005, 2010 y 2012. En comparación con el año 2005, se ha producido un considerable progreso en todos los ámbitos cubiertos por el Índice. Sin embargo, si comparamos los resultados con los del año 2010, las mejoras son insignificantes.
El Índice de Igualdad de Género recoge las siguientes áreas: empleo, dinero, formación, tiempo, poder y salud. Otras materias como la violencia y las desigualdades en el empleo entre los diferentes grupos sociales también se analizan en el Índice. Los países nórdicos (Suecia, Finlandia y Dinamarca), Holanda, Bélgica y Reino Unido son los que obtienen mejores resultados en igualdad de género, mientras que las puntuaciones más bajas las obtienen Rumanía y Eslovaquia.
La mayor diferencia entre géneros se encuentra en la gestión del tiempo, que mide la cantidad de tiempo dedicada al cuidado de los niños y otros miembros de la familia, las actividades del hogar, el voluntariado y otras actividades de ocio. Además, se pueden encontrar grandes diferencias en el dominio del poder, aunque los resultados han mejorado con respecto a años anteriores. En cuanto al dominio de la salud, la media europea obtiene un buen resultado. El indicador de salud analiza las desigualdades de género en materia de salud y la disponibilidad de atención médica, así como la esperanza de vida, los años de vida saludable y el acceso a servicios médicos.