Las tecnologías digitales, incluida la inteligencia artificial, están transformando la sociedad al mejorar la productividad, optimizar la atención sanitaria y generar nuevas oportunidades. Aunque la IA plantea ciertos retos, centrarse en sus beneficios permite fomentar la innovación, impulsar su adopción responsable y comprender mejor su potencial.
Según datos recientes, la mayoría de los europeos tiene una percepción positiva sobre estas tecnologías. Un 62% considera que los robots y la IA mejoran el entorno laboral, mientras que un 70% cree que contribuyen al aumento de la productividad. Además, aunque muchas personas apoyan el uso de la IA para la toma de decisiones en el trabajo, el 84% opina que debe gestionarse cuidadosamente para garantizar la privacidad y la transparencia.
En este contexto, la regulación del uso de la inteligencia artificial se presenta como un factor clave. Un 82% de los ciudadanos europeos defiende la necesidad de establecer normas claras que protejan la privacidad de los trabajadores, mientras que un 77% considera importante que empleados y representantes participen en el diseño e implementación de nuevas tecnologías.
El avance de la inteligencia artificial ofrece grandes beneficios, pero también requiere un marco normativo sólido que garantice su uso ético y responsable en el ámbito laboral y social.
