La Comisión Europea ha endurecido la medida de salvaguardia del acero para proteger a la industria siderúrgica de la UE frente al aumento de las importaciones, con lo que da cumplimiento al Plan de Acción de la UE sobre el Acero y los Metales. La Comisión ha reducido la tasa de liberalización del 1 % al 0,1 % para limitar la cantidad de acero que puede importarse a la UE sin aranceles. Además, los países ya no podrán usar la totalidad de contingentes no utilizados de otros países, incluidos los de Rusia y Bielorrusia. El mecanismo de «transferencia», que permitía a los países transferir los contingentes no utilizados al trimestre siguiente, también se ha eliminado en las categorías que presentan una elevada presión de importación y un bajo consumo. La medida de restricción dará margen de maniobra a los productores de acero de la UE para que aumenten su producción y, de este modo, recuperen la cuota de mercado perdida. También pretende aumentar el empleo y la inversión en la producción verde de acero.
Estos cambios se producen en un momento en que la industria siderúrgica de la UE soporta una intensa presión por el exceso de capacidad mundial, el crecimiento de las exportaciones procedentes de China y el aumento de las barreras comerciales en mercados clave como los Estados Unidos. La decisión de la Comisión deriva de una investigación de reconsideración solicitada por trece Estados miembros de la UE en la que se constató que la situación de la industria estaba empeorando por el aumento de las presiones sobre las importaciones y la disminución de la demanda.
La mayoría de los ajustes entrarán en vigor el 1 de abril de 2025, si bien dos de ellos iniciarán la vigencia el 1 de julio de 2025 (el enlentecimiento de la liberalización y la supresión de la transferencia de volúmenes no utilizados en determinadas categorías). La modificación de la salvaguardia no afecta a su duración: expirará legalmente el 30 de junio de 2026.
La Comisión introdujo por primera vez la medida de salvaguardia del acero en 2019 para evitar daños económicos a los productores de acero de la UE derivados del desvío comercial y el aumento de las importaciones. Desde entonces, se han llevado a cabo numerosas revisiones, incluidas reconsideraciones de funcionamiento para adaptar la medida a la evolución del mercado (como la revisión anterior al ajuste actual) y reconsideraciones por prórroga. La última reconsideración por prórroga amplió la aplicación de la medida hasta finales de junio de 2026.