La Comisión Europea ha publicado una hoja de ruta para mejorar el equilibrio entre trabajo y familia al que se enfrentan las familias trabajadoras. Esta nueva iniciativa, que contiene un paquete de medidas legislativas y no legislativas, remplaza la propuesta de 2008 de la Comisión de revisar la Directiva de maternidad, cuya eliminación se anunció el pasado mes de julio.
La principal razón de esta iniciativa es hacer frente a la baja participación de las mujeres en el mercado laboral, modernizando y adaptando el actual marco legal y político al mercado laboral de nuestros días para permitir a los padres con hijos u otras personas a su cargo equilibrar mejor las responsabilidades profesionales y familiares.
El porcentaje de mujeres con un empleo en 2014 era de 63.5%, lo que dista 11,5 puntos porcentuales del objetivo que la estrategia Europa 2020 propone para el empleo. El empleo femenino está claramente relacionado con la distribución de las cargas laborales y familiares: las estadísticas demuestran que cuando se tienen hijos, las mujeres tienden a trabajar menos horas en un empleo remunerado y los hombres más. Lo mismo ocurre con el trabajo a tiempo parcial, cuya brecha salarial es del 37%, lo que entre otras cosas explica la diferencia en pensiones que se cifra en el 39%.
La diferencia de empleo femenino, según el informe, cuesta a la UE 325 billones de euros. En la mayoría de países europeos la participación femenina en el mercado de trabajo es más baja debido a la falta de posibilidades de equilibrar la vida familiar y profesional, la falta de acceso a cuidados infantiles asequibles, los esquemas de trabajo rígidos y la falta de incentivo para que los hombres tomen más responsabilidades en el cuidado de las familias.
Así pues, esta iniciativa está destinada a incrementar la participación de mujeres en el mercado laboral y a mejorar las condiciones de trabajo, asegurando la igualdad entre hombres y mujeres en relación con las oportunidades del mercado laboral.
La hoja de ruta incluye una serie de medidas legislativas y no legislativas. Entre las medidas legislativas destacan el refuerzo de los derechos existentes para requerir horas de trabajo flexibles para hombres y mujeres con responsabilidades familiares y proponer nuevas iniciativas para que los padres hagan uno de la baja parental. También se pretende mejorar la Directiva de baja maternal a través de previsiones relativas a la lactancia para las madres que regresan al trabajo o a la protección frente a los despidos, e introducir una baja por cuidado de personas mayores o dependientes.
Entre las medidas no legislativas la Comisión estima que una Comunicación que estableciese un marco exhaustivo podría ser una solución a adoptar. Entre las medidas que podrían incluirse destacan el seguimiento regular y la publicación del progreso de los objetivos de dicho marco, en particular en el seno del semestre europeo y los informes temáticos. Asimismo habría que atribuir el uso de los instrumentos financieros de la UE a objetivos relacionados con el equilibro entre vida profesional y familiar. Llevar a cabo un diálogo estructurado con los Estados miembros, los interlocutores sociales y otros actores relevantes y una campaña de concienciación dirigida a audiencias concretas, son medidas que tendrían cabida en el seno de la Comunicación.
En el proceso de preparación se lanzará una consulta pública a todos los actores relevantes en el ámbito del equilibrio trabajo-familia y de la igualdad de género.
El documento original de la hoja de ruta se encuentra en este enlace.