El Consejo está adaptando las normas aplicables a las empresas de inversión para que sean más proporcionadas y adecuadas al nivel de riesgo que asumen.
Los representantes permanentes ante la UE aprobaron el pasado 7 de enero la posición del Consejo sobre un conjunto de medidas, compuesto por un reglamento y una directiva, que establece un nuevo marco reglamentario para las empresas de inversión. Los textos definen los requisitos prudenciales y las disposiciones de supervisión que se adaptan a los perfiles de riesgo y al modelo de negocio de las empresas de inversión, a la vez que garantizan la estabilidad financiera.
Con arreglo al texto aprobado hoy, las empresas de inversión estarían sometidas a las mismas medidas principales, en particular en lo que se refiere a las tenencias de capital, la información, el gobierno corporativo y las remuneraciones, pero el conjunto de requisitos que tendrían que aplicar se diferenciaría en función de su tamaño, carácter y complejidad.
Las empresas más grandes estarían sometidas al régimen prudencial completo de la banca y serían supervisadas como entidades de crédito. Por otro lado, las empresas más pequeñas que no se consideran sistémicas disfrutarían de un nuevo régimen propio, con requisitos prudenciales específicos. En términos generales, estos serían diferentes de los aplicables a los bancos, pero las autoridades competentes podrían permitir que se sigan aplicando los requisitos bancarios a determinadas empresas, de manera individualizada, para evitar alterar sus modelos de negocio. El texto también prevé un periodo transitorio de cinco años con objeto de dar a las empresas tiempo suficiente para adaptarse al nuevo régimen.