En aplicación de al nueva legislación adoptada por el Parlamento Europeo en el día de ayer, los Estados miembros tendrán que reducir drásticamente el uso de las bolsas de plástico más comunes y contaminantes.
Los eurodiputados dieron su respaldo a la recomendación en segunda lectura presentada por la responsable de la negociación en el Parlamento, Margrete Auken. De esta manera se confirma el acuerdo alcanzado por el Consejo de Ministros en noviembre de 2014.
Todos los años, miles de millones de bolsas acaban en la naturaleza convertidas en basura, lo que supone un grave perjuicio al medio ambiente. Por este motivo, la Comisión Europea tendrá que evaluar el impacto medioambiental de las bolsas de plástico oxodegradable, que tras un periodo de tiempo se fragmenta en micropartículas, y proponer medidas adecuadas. Antes del fin de 2017, la Comisión tendrá que plantear reglas sobre etiquetado para asegurar el reconocimiento de las bolsas de plástico biodegradable y compostable.
En relación a los objetivos de reducción obligatorios, los Estados miembros podrán elegir entre:
a) tomar medidas para reducir el consumo medio anual de las bolsas de plástico ligero no biodegradable hasta 90 bolsas per cápita al final de 2019 y 40 bolsas al final de 2025.
b) garantizar que después de 2018 las bolsas no se entreguen gratuitamente a los compradores.
En 2010 cada ciudadano comunitario utilizó 198 bolsas de plástico, de las que alrededor del 90% eran ligeras. En torno a 8000 millones de bolsas de plástico acabaron en la basura en 2010 y las cifras han seguido aumentando.