Tras la adopción, el 8 de junio, del informe del Sr. Nicholson (CRE) por la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, se ha formado un consenso entre el Parlamento, el Comité de las Regiones Europeo y el Comité Económico y Social Europeo sobre la necesidad de adoptar nuevos instrumentos para proteger los ingresos de los productores de leche.
Para el período posterior a la supresión de las cuotas, en el que acabamos de entrar, varios estudios confirman la aparición de un doble modelo económico: por una parte, la concentración de la producción lechera en las zonas más productivas, con mayor densidad de producción y menor coste de recogida y, por otra, la contracción o depreciación de la actividad lechera en las regiones calificadas como desfavorecidas o sensibles, en particular las regiones de montaña. En el contexto de los excedentes de leche y la disminución de precios observados desde el verano de 2014, esta previsión es extremadamente preocupante, puesto que en muchos Estados miembros y regiones la producción lechera es un pilar importante de la economía regional y de la creación de valor añadido agrícola. En efecto, tras el aumento inesperado de los precios de los productos lácteos entre enero y marzo de 2015, vuelve a percibirse una presión a la baja desde marzo, como ha indicado el Observatorio del Sector Lácteo en un informe, tras su reunión del 29 de abril.
«En este contexto, es inconcebible que la Comisión Europea siga haciendo oídos sordos y declarando que las perspectivas de mercado son favorables», declaró René Souchon (PSE/FR), presidente de la Región de Auvernia.
En este período difícil para los productores, el CDR presenta las siguientes recomendaciones:
• elevar el nivel de la red de seguridad, por un período limitado y para hacer frente a una crisis inminente, en espera de la implantación de otro mecanismo;
• reforzar el papel de las organizaciones de productores de modo que cumplan una función económica clara en la gestión de los precios y de la oferta y mejorar la eficacia de los contratos ampliando este dispositivo a la totalidad del sector, incluida en particular la gran distribución;
• mejorar el funcionamiento del Observatorio Europeo del Sector Lácteo y dotarlo de los medios necesarios para que pueda convertirse en un auténtico instrumento director, y no solo de observación a posteriori. Para ello, resulta esencial que el Observatorio elabore datos en tiempo real y a escala más detallada que la del nivel nacional, a fin de tener en cuenta la diversidad de situaciones en las regiones europeas;
• tomar medidas urgentes para asegurar los ingresos de todos los productores de leche, inspirándose en particular, en las propuestas del European Milk Board.