La Unión Europea es la principal donante de ayudas a la cooperación y desarrollo del mundo. Este pilar forma parte de la rama presupuestaria de «Vecindad y resto del mundo», dotada con 98.400 millones de euros en el presupuesto plurianual de la Unión Europea para los años 2021-2027.
El agua, saneamiento e higiene son elementos estrechamente conectados y esenciales para la salud pública. En situaciones de crisis o emergencia, dotar de acceso a fuentes saludables de agua es esencial. El saneamiento e higiene básicos son también imprescindibles para vivir en un ambiente sano.
En este contexto, la Unión Europea como principal proveedor de ayuda al desarrollo del mundo, también lo es en la ayuda a las estructuras de agua, higiene y saneamiento de otros países más desfavorecidos. En total, cada año contribuye con cerca de 200 millones de euros.
La UE apoya cada vez más proyectos que incorporan componentes relacionados con el agua, higiene o saneamiento dentro de otras acciones humanitarias, como la salud. También pone especial énfasis en:
- Permitir un acceso rápido a servicios de agua potable, saneamiento e higiene durante una situación de crisis.
- Ayudar a desarrollar la resiliencia frente a este tipo de situaciones.
- Tomar medidas preventivas contra las enfermedades transmitidas por el agua.
Una mayor limpieza e higiene personal reduce la propagación de patologías y enfermedades transmitidas por el agua. Los niños, y especialmente las niñas, pueden dedicar más tiempo a su educación, ya que pasan menos tiempo recogiendo agua y, en general, realizando tareas domésticas. Esto repercute en que las mujeres tengan menos trabajo y mayor calidad de vida.
Uno de los ejemplos de cómo se manifiestan estas ayudas lo podemos encontrar en Somalia. Allí, el proyecto de creación de oportunidades de resiliencia en el Cuerno de África (BORESHA), financiado por la UE y ejecutado por el Consejo Danés de Refugiados y otras ONG, ha construido un nuevo pozo de agua, así como un sistema de canalización vitales para una comunidad local de la que cerca de 200 familias forman parte.
La construcción contribuye a que la comunidad pueda mantener un lavado de manos y unas prácticas de higiene óptimas, y además ha sido clave para luchar contra la propagación del coronavirus a lo largo del año 2020.
Sin embargo, los beneficios son mucho más amplios. Esta nueva fuente de agua ha demostrado ser vital para todas las familias de la comarca, puesto que abastece a los locales con un suministro de agua potable suficiente tanto para la realización de tareas domésticas como para la ganadería.
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