Habida cuenta del agravamiento de la situación en materia de seguridad alimentaria y nutrición debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la UE ha intensificado hoy su compromiso político y financiero con los países socios de África. Un total de 554 millones de euros en 2022 se destinará a aumentar la seguridad alimentaria en las regiones del Sahel y del lago Chad, donde millones de personas ya sufren graves dificultades y cuya situación podría deteriorarse.
La ayuda de la UE, que se ha anunciado en el acto de alto nivel sobre seguridad alimentaria en las regiones del Sahel y del lago Chad, organizado conjuntamente por la UE, el Club del Sahel y de África Occidental y la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias, incluye tanto una respuesta humanitaria como el apoyo a la labor sobre las causas profundas de la inseguridad alimentaria en Burkina Faso, Camerún, Chad, Mali, Mauritania, Níger y Nigeria.
Un socio importante de la región en materia de seguridad alimentaria
La UE, como importante agente humanitario y de desarrollo en el ámbito de la seguridad alimentaria y nutricional, presta un considerable apoyo financiero y político a los países socios.
- Para responder a las abrumadoras necesidades de emergencia en las regiones del Sahel y del lago Chad y, en particular, a la inminente inseguridad alimentaria y crisis nutricional, la UE ya ha aportado 173 millones de euros en concepto de ayuda humanitaria. La UE ha anunciado hoy un importe adicional de 67 millones de euros, lo que eleva la contribución total para los países afectados de las regiones del Sahel y del lago Chad a 240 millones de euros en 2022 hasta la fecha.
- Para mejorar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y tratar las causas subyacentes de la inseguridad alimentaria y nutricional con un planteamiento basado plenamente en los principios de ayuda humanitaria, desarrollo y paz, la UE ha reservado 654 millones de euros para los siete países en el período 2021-2024. Estos fondos tienen por objeto dar una respuesta de ayuda al desarrollo a largo plazo a la crisis alimentaria estructural.
De ese importe, la UE proporcionará a esos siete países un importe global de 314 millones de euros antes de finales de 2022. La UE también apoyará con programas regionales a toda la región interdependiente del Sahel y África Occidental.
Tratar las causas profundas en pro de la resiliencia a largo plazo: un compromiso político renovado.
La UE renueva su firme compromiso político en favor de políticas e inversiones estructurales que traten las causas subyacentes de las crisis alimentarias y nutricionales, atendiendo a las dimensiones humanitaria, de desarrollo y de paz.
Se trata de velar por que los mecanismos existentes se adapten a la evolución de la inseguridad y la inestabilidad de la región, así como a unas complejas realidades internacionales. Tratar las vulnerabilidades estructurales incluirá la intervención en las dimensiones sociopolítica, económica y medioambiental: adaptación al cambio climático y su mitigación, agricultura sostenible con apoyo a las prácticas agroecológicas, empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, educación, inclusión social y reparto del valor añadido. Mejorar la resiliencia de las poblaciones afectadas en el Sahel y África Occidental es fundamental desde una perspectiva socioeconómica a largo plazo.
Declaraciones de los miembros del Colegio de Comisarios
El alto representante y vicepresidente Josep Borrell ha declarado lo siguiente: «La brutal invasión rusa de Ucrania ha provocado enormes subidas de los precios de los alimentos y agravado el riesgo de que escaseen. La inseguridad alimentaria aumenta inevitablemente la inestabilidad y las desigualdades. Para evitarlo, tenemos que ayudar a nuestros socios a ser más autosuficientes y esforzarnos juntos por reforzar el sistema alimentario multilateral. Hoy intensificamos nuestro compromiso político y financiero con los países de las regiones del Sahel y del lago Chad, donde millones de personas ya sufren graves dificultades y que podrían convertirse también ellas en víctimas de la guerra de Ucrania si no actuamos con rapidez».
El comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, ha añadido: «El aumento de las necesidades humanitarias en las regiones del Sahel y del lago Chad no tiene precedentes. Más de 31 millones de personas necesitarán ayuda alimentaria urgente este año. Las consecuencias de los trágicos acontecimientos de Ucrania no harán más que empeorar una crisis alimentaria ya catastrófica, lo que llevará a las personas al límite de la supervivencia. La UE no olvidará otras crisis humanitarias en todo el mundo y seguirá prestando ayuda humanitaria también a estas regiones africanas. Sin embargo, la ayuda humanitaria no basta. Un compromiso político internacional renovado es una de las medidas cruciales para tratar las causas profundas de la crisis a fin de garantizar la muy necesaria resiliencia a largo plazo de las poblaciones más vulnerables».
La comisaria de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, ha comentado: «La agravación de la actual crisis alimentaria constituye una enorme amenaza para la población que vive en la región y nos atañe a todos. Igual que hemos presenciado una gran solidaridad en toda Europa recientemente, el renovado apoyo político y financiero de la UE a nuestros socios de las regiones del Sahel y del lago Chad demuestra que seguimos siendo solidarios con todas las poblaciones afectadas por la agresión militar no provocada e injustificada de Rusia a Ucrania. Nos encontramos en una situación sin precedentes, como pude ver al visitar la región la semana pasada. En colaboración con la comunidad internacional y siguiendo un planteamiento multilateral, continuaremos tratando las causas subyacentes de las crisis alimentarias y nutricionales y ayudando a reforzar la resiliencia de las personas afectadas».
Contexto
El Sahel y África Occidental se enfrentan actualmente a una crisis alimentaria y nutricional sin precedentes. Si no se adoptan las medidas adecuadas, más de 38 millones de personas podrían sufrir hambre y desnutrición entre junio y agosto de 2022. Las zonas fronterizas del Sahel central y el lago Chad son las más afectadas. Los agentes internacionales y locales que apoyan la seguridad alimentaria en la región se enfrentan hoy a un contexto económico, político y de seguridad gravemente deteriorado, tanto a nivel local como debido a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania.
Los conflictos, las perturbaciones económicas (por ejemplo, por la COVID-19 y la escalada de los precios de los alimentos y la energía) y los fenómenos meteorológicos extremos están agravando situaciones de crisis alimentarias prolongadas en todo el mundo, en el que al menos 195 millones de personas tuvieron que hacer frente a situaciones de crisis alimentarias o a condiciones aún peores en 2021. Esto supone un aumento de más del 25 % respecto a 2020 y se prevé que la situación se deteriore.
Esta nueva ayuda de la UE a la seguridad alimentaria en África está en consonancia con la última Comunicación de la Comisión titulada «Garantizar la seguridad alimentaria y reforzar la resiliencia de los sistemas alimentarios», adoptada el 23 de marzo de 2022, en la que se reclamaban medidas a escala mundial.
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