La Comisión Europea ha lanzado recientemente una consulta pública sobre la insolvencia en la UE. Así, mientras que cada vez más compañías e individuos hacen negocios en Estados miembros distintos a los de origen, aprovechándose del mercado único y de la libre circulación de capitales, la ineficiencia y divergencia de las regulaciones sobre insolvencia hacen más difícil para los inversores acceder a créditos de riesgo, especialmente en inversiones transfronterizas, obstaculizando la integración del mercado de capitales en la UE.
Alrededor de 200.000 compañías caen anualmente en bancarrota en la UE. La Comisión Europea pretende ayudar a estas empresas a reponerse de estas dificultades financieras en caso de bancarrota, mientras que al mismo tiempo se maximiza el valor recibido por los inversores, accionistas, empleados, haciendas y otros actores implicados. Una regulación adecuada sobre insolvencia es un elemento esencial para un clima empresarial positivo, siendo además importante en la creación de empleo y crecimiento económico.
La Comisión pretende centrarse en normas que apoyen a empresas que se encuentren en dificultades temporales para animarlas a reestructurar su deuda de manera temprana y ofrecerles una segunda oportunidad, si el negocio resultara viable. La consulta actual pretende identificar las medidas necesarias para incrementar la eficiencia y efectividad de las regulaciones sobre insolvencia.
Así, la consulta quiere reunir perspectivas de otras Instituciones Europeas, autoridades nacionales y parlamentos, tercer sector y sociedad civil, expertos del ámbito académico y público en general, y estará abierta hasta el 14 de junio de este año.