A este interrogante intenta dar respuesta el conjunto de mapas interactivos publicados en esta semana por la Agencia Europea del Medio Ambiente y que ilustran las diferentes amenazas que el cambio climático plantea en los núcleos urbanos europeos.
El hecho de que más del 75% de ciudadanos europeos habiten en ciudades justifica el interés de la Agencia Europea del Medio Ambiente en estudiar el impacto del cambio climático en las ciudades de forma que pueda proporcionarse información de primera mano a autoridades locales e instituciones nacionales y europeas.
La información así recopilada ha sido publicada en la forma de mapas interactivos que conforman “el libro de mapas de la vulnerabilidad urbana” y que recogen 4 tipos de amenazas climáticas: olas de calor, sequias y escasez de recursos híbridos, inundaciones e incendios forestales. Cada uno de los mapas permite conocer cómo factores como la existencia de zonas verdes, el porcentaje de personas adultas, los niveles de confianza y los recursos financieros pueden afectar a la vulnerabilidad de las ciudades.
La agencia se centra en el caso del calor en las ciudades. Así, el mapa del confort termal muestra como ciudades en el norte y oeste de Europa son más propensas a sufrir olas de calor en el futuro. También ofrece posibles soluciones. Las áreas verdes integradas en el núcleo urbano enfrían las ciudades, siendo más eficaces cuanto menos concentradas se sitúan. Tanto Badajoz como la ciudad italiana de Sassari, a pesar de tener amplias extensiones de zonas verdes, no pueden beneficiarse de estos efectos positivos puesto que estas no están correctamente distribuidas. Sin embargo, en Oporto, aunque tienen menos proporción de espacios verdes en comparación, al repartirse en toda la ciudad, disfrutan de un mayor enfriamiento. De igual manera, la demografía también se tiene en cuenta. De hecho, son las personas mayores las más afectadas por las olas de calor. Así se ha podido comprobar que son las ciudades del norte Italia, las que tienen mayor número de personas ancianas y las que, por tanto, reclaman una mayor acción en este campo.
El “libro de mapas” proporciona una primera visión de la vulnerabilidad de las ciudades. Además, se ha establecido la sección “saber más” en donde se guía a los usuarios a crear sus propios mapas añadiendo información suplementaria y en la que se puede acceder a la herramienta desarrollada por el Centro Común de Investigación que permite apreciar los cambios climáticos pasados y los que se esperan en el futuro.