Los ataques a webs han aumentado un 38% en la UE durante el pasado año 2015; por lo que no es sorprendente que la seguridad contra los accidentes online y los crímenes se haya convertido en un asunto central para la confianza de los consumidores y la economía digital.
La Comisión Europea ha incluido la ciberseguridad y la privacidad digital en el núcleo de sus prioridades políticas, estando en el centro de la Estrategia del Mercado Único Digital, y siendo uno de los tres pilares de la Agenda de Seguridad Europea.
La Estrategia sobre Ciberseguridad de la UE, adoptada en 2013, establece distintas formas de fortalecer las redes y la seguridad en la información que se produce en toda la Unión Europea. Ésta protege los sectores público y privado de las intrusiones y el fraude, fortaleciendo la cooperación transfronteriza y el intercambio de información.
Como la ciberseguridad no conoce fronteras, la Comisión, junto con el Servicio Europeo de Acción Exterior, también contribuye al fortalecimiento de la cooperación con los distintos socios de la Unión a nivel global.
Desde la perspectiva de la privacidad digital, el objetivo principal es la protección de la confidencialidad y la seguridad de las comunicaciones, que está basada en el derecho fundamental a respectar la vida privada y familiar (incluyendo las comunicaciones), tal y como se establece en la Carta Europea de Derechos Fundamentales.
En consecuencia, las prioridades de la Comisión para la seguridad y la confianza en las redes son: asegurar la privacidad online, incluyendo la confidencialidad de las comunicaciones; fortalecer de manera general la ciberseguridad en la UE mediante actuaciones políticas, legislación e investigación; y desarrollar estándares internacionales.
