Las normas de comercialización de la UE contribuyen a establecer normas de alta calidad para los productos agroalimentarios de la UE.
La estrategia "De la granja a la mesa", adoptada en mayo de 2020 por la Comisión Europea, tiene por objeto acelerar la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles e incluye el objetivo de que las normas de comercialización garanticen la aceptación y el suministro de productos sostenibles.
Las normas de comercialización de la UE para los productos agroalimentarios han sido eficaces para establecer una calidad normalizada y satisfactoria, al tiempo que han sido útiles para las partes interesadas. Estas son algunas de las principales conclusiones de la evaluación de las normas de comercialización publicada por la Comisión Europea.
Estas normas persiguen el establecimiento de una calidad normalizada y satisfactoria para los productos agroalimentarios disponibles en el mercado de la UE. A tal fin, establecen las definiciones técnicas, la clasificación, presentación, etiquetado, envasado y método de producción, conservación, almacenamiento y transporte, además de los documentos administrativos y de certificación necesarios. Estas normas suelen ser específicas para cada sector y se aplican a una amplia gama de sectores, entre ellos las frutas y hortalizas, las aves de corral, los huevos, los productos lácteos, el aceite de oliva, la carne, el vino y el lúpulo.
El informe tenía por objeto determinar si las normas de comercialización de la UE actualmente en vigor cumplen sus objetivos y si son útiles y suficientes para los interesados, véase productores, elaboradores, comerciantes, minoristas, consumidores y las administraciones de los Estados miembros, y concluye en que, por lo general, las normas de comercialización de la UE han sido eficaces para lograr sus objetivos sin que se hayan observado efectos importantes no deseados o inesperados. Además, aunque ni los costes ni los beneficios son plenamente cuantificables, la mayoría de los consultados afirmaron que los costes de aplicación de las normas de comercialización de la UE son justificables y proporcionales a los beneficios logrados.
Si bien se consideró que las normas de comercialización de la UE eran pertinentes para las necesidades identificadas por los interesados, la evaluación puso de relieve que hay cierto margen de mejora en lo que respecta a la atención de las nuevas necesidades, lo que incluye, por ejemplo, la evolución de la tecnología, las estrategias de comercialización y las preferencias de los consumidores.
Por último, la evaluación determinó que las normas de comercialización de la UE eran coherentes con los demás aspectos de la política agrícola común, así como con otras normas pertinentes de la UE, y aportan un importante valor añadido a las normas internacionales y privadas, gracias a su carácter obligatorio y a su adaptación al contexto de la UE.
Fuente: Newsletter de la Delegación de la Junta de Andalucía en Bruselas