Recientemente la Comisión publicó el informe sobre la evolución de las políticas de Empleo y Desarrollo social en Europa.
La Comisión ha publicado la edición de 2020 del informe de revisión de las políticas Empleo y desarrollo social en Europa (ESDE), con un enfoque en la equidad social y la solidaridad. La revisión proporciona un análisis sobre cómo lograr una mayor equidad en la UE frente a una crisis como la pandemia de COVID-19, así como los cambios estructurales necesarios a causa del envejecimiento demográfico y las transiciones verde y digital.
El informe señala que la pandemia de COVID-19 está teniendo profundos efectos sanitarios, económicos, laborales y sociales, lo que amenaza gran parte del progreso que la UE había logrado anteriormente. Todos los Estados miembros están experimentando un shock económico mayor que en 2008-2009. La producción económica se ha contraído bruscamente y el desempleo va en aumento. Las personas más vulnerables, incluida la juventud europea, se ven especialmente afectadas.
En este contexto, del informe ESDE se extrae la conclusión de que un salario mínimo y una renta mínima adecuada pueden tener un efecto beneficioso en la movilidad social de los europeos. También destaca que supone especialmente rentable acortar las disparidades existentes entre hombres y mujeres, mientras que una extensión de la vida laboral y un aumento en el nivel de educación también tienen efectos positivos.
En el informe se pone de manifiesto que un cambio estructural, como es la transición ecológica, debe ir acompañado de medidas sociales para tener éxito. Esta transición requiere, en particular, una inversión social en forma de programas de recalificación y/o prestaciones por desempleo. Según el informe de la ESDE, esta inversión social podría ascender al menos a 20.000 millones de euros en 2030.
También se demuestra que los regímenes de desempleo parcial protegen eficazmente el empleo. La UE ayuda a los Estados miembros a proporcionar este apoyo a través de mecanismos de solidaridad como el Instrumento de apoyo temporal para la mitigación de los riesgos de desempleo en situaciones de emergencia (SURE).
Por último, el informe destaca que el diálogo social y la negociación colectiva influyen en la equidad y su percepción en el lugar de trabajo al promover salarios más justos, mejores condiciones laborales y mercados laborales más inclusivos.
De manera más general, para cerrar las brechas abiertas por COVID-19 y preparar la economía y la sociedad para un futuro caracterizado por cambios estructurales más rápidos, la Unión y los Estados miembros deberán aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la transición a una economía más verde y digitalizada e integrar la inclusión, la solidaridad y la resiliencia en el diseño de todas las políticas.
Fuente: Newsletter de la Delegación de la Junta de Andalucía en Bruselas
