La Comisión desarrolla una metodología común para cuantificar los residuos alimentarios en la Unión Europea.
Cada año, alrededor del 20% de los alimentos generados en la UE se pierde o se tira, causando un daño social, medioambiental y económico inaceptable. La UE se ha propuesto resolver este problema y reconducir nuestro sistema alimenticio hacia uno sostenible.
De cara a obtener más información sobre el problema, la Comisión ha decidido adoptar un Acto delegado estableciendo una metodología común para ayudar a los Estados miembros a cuantificar los residuos alimenticios en cada una de las etapas de la cadena de suministro. La metodología se basa sobre una definición común y única de residuos alimentarios, con lo cual se pretende establecer un monitoreo coherente de los niveles de residuos en toda la Unión.
El Acto delegado determina lo que debe considerarse como desperdicio en cada eslabón de la cadena alimentaria y cómo se debe cuantificar. Al mismo tiempo deja la suficiente flexibilidad para que cada Estado decida cómo realizar la recopilación de datos a nivel nacional. Con el apoyo de la plataforma de la UE sobre pérdidas de alimentos y desperdicios y otros grupos de expertos, la Comisión realizará un seguimiento de la ejecución del Acto delegado así como organizará intercambios con los Estados miembros para facilitar su implementación práctica y el intercambio de buenas prácticas. Los Estados miembros deberán dar parte de sus cifras y resultados por primera vez en 2020.
Evitar el desperdicio de alimentos es una de las prioridades del Plan de Acción de Economía Circular, adoptado por la Comisión en diciembre de 2015. Gracias a la revisión de la legislación sobre residuos de mayo de 2018, se han podido tomar medidas específicas que obligan a los Estados miembros a implementar programas de prevención de desperdicios de alimentos, así como a monitorear y reportar los resultados de los mismos. El plan de acción de la UE también contribuirá a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (12.3) de aquí a 2030, de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro.
El Acto delegado se someterá al escrutinio de los co-legisladores a finales de julio.