La UE y los Pitufos, preocupados por nuestro Planeta Azul, se unen para limpiar playas y animar a la gente a cuidar nuestros mares.
“No hay un océano B, igual que no existe un planeta B”, declaró João Aguiar Machado, Director General de Asuntos marítimos y pesca de la Comisión Europea, al firmar el acuerdo de cooperación con los Pitufos. “La contaminación marina es uno de los problemas medioambientales más acuciante, en Europa y en el resto del mundo. Con los Pitufos, hemos encontrado un socio que puede ayudarnos a tener un alcance global, al mismo tiempo que compartimos nuestros valores y prioridades”.
En concreto, la UE estimulará a sus representaciones en los Estados miembros y sus embajadas por el mundo para que organicen eventos para la limpieza de las playas junto a organizaciones, colegios, etc. En 2018, se llevaron a cabo unas 70 iniciativas y alrededor de 3.000 personas participaron en la campaña de la UE para limpiar las playas. La limpieza de las playas tiene consecuencias positivas inmediatas. El año pasado, las Delegaciones de la UE en Mozambique y Senegal eliminaron 10 toneladas de basura de sus costas en solo un día.
El proyecto para este año es aún más ambicioso, de acuerdo con Christian Leffler, Secretario General Adjunto del Servicio de Acción Exterior Europeo, “a través de las Delegaciones de la UE, animaremos a niños, jóvenes y adultos de todos los países a seguir el ejemplo de los Pitufos para cuidar nuestro Planeta Azul”.
Por supuesto, solo la buena voluntad no es suficiente. Los países deben contar con sistemas de gestión de residuos adecuados, y esto es algo que se echa en falta en muchos países en vías de desarrollo. La UE también está apoyando esta causa. Así, el año pasado destinó 9 millones de euros a la reducción de basura marina y residuos de plástico en el Sudeste Asiático y 19 millones de euros para ayudar al programa de gestión de residuos en la región del Pacífico.
Dentro de su territorio, la UE está adoptando nueva legislación para reducir los plásticos de un solo uso, especialmente aquellos que se encuentran con más frecuencia en las playas. Además, la legislación se centra en los aparejos de pesca perdidos que representan el 27% de los residuos en las playas. Los Estados miembros tendrán dos años para transponer esta legislación en leyes nacionales.
