Los pasados 9 y 10 de noviembre tuvo lugar la sexta ronda de negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, a la luz del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea (TUE).
Tal y como estaba previsto, tras la conclusión de esta ronda, Michel Barnier, encargado de la negociaciones del Brexit por parte de la UE, pronunció su discurso en una rueda de prensa en el que indicó nuevamente no haber alcanzado hasta el momento ningún tipo de decisión.
De su discurso cabe destacar una serie de puntos. En primer lugar, tal y como ha repetido en numerosas ocasiones, “sólo un progreso suficiente, es decir, un progreso sincero y real, en las tres áreas clave de esta negociación nos permitirá abrir la segunda fase de las negociaciones”. Estos tres temas son “inseparables”, en opinión de Barnier. Además, reiteró que “en esta negociación extraordinaria, que es extraordinariamente compleja, no estamos exigiendo concesiones al Reino Unido, y tampoco tenemos la intención de otorgar concesiones”.
En segundo lugar, en lo que respecta a los derechos de los ciudadanos, fue más extenso, señalando a tales efectos que: “estamos progresando, aunque debemos seguir trabajando en varios puntos”, como son: la reunificación familiar, el derecho a exportar beneficios de la seguridad social y el papel del Tribunal de Justicia europeo para garantizar la aplicación coherente de la jurisprudencia en el Reino Unido y en la UE. “Estas tres cuestiones son importantes para las personas, como también ha destacado el Parlamento Europeo”.
Asimismo, manifestó que: “continuaremos nuestro diálogo sobre Irlanda e Irlanda del Norte.Tenemos que asegurar una lectura común, la misma lectura, de las condiciones, consecuencias e implicaciones de Brexit en el Acuerdo de Viernes Santo (en inglés, “Good Friday Agreement”) y la Zona de Viaje Común (en inglés, “Common Travel Area”). Esto debería llevarnos a identificar las soluciones técnicas y normativas necesarias para evitar una frontera dura, al tiempo que se preserva la integridad del mercado único”.
Terminó su discurso señalando que: “El Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea hace más de 500 días y abandonará la Unión el 29 de marzo de 2019 a la medianoche, hora de Bruselas. Y para alcanzar nuestro objetivo común -el de organizar un retiro ordenado con un acuerdo- vamos a tener que trabajar intensamente durante las próximas semanas, antes del próximo Consejo Europeo”.