Tal celebración quiere poner de relieve las desigualdades retributivas existentes todavía entre mujeres y hombres.
Actualmente en Europa el sueldo medio por hora de las mujeres es un 16,3 % inferior al de los hombres. Por ello, se lleva a cabo con carácter anual la celebración del día de la Igualdad salarial, que este año recayó en el pasado 3 de noviembre, fecha que marca el momento en que las mujeres dejan en la práctica de ser remuneradas en comparación con sus compañeros de trabajo masculinos, lo que implica prácticamente dos meses antes de que acabe el año.
El vicepresidente primero, Frans Timmermans, junto a las comisarias europeas Marianne Thyssen (Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral) y Věra Jourová (Justicia, Consumidores e Igualdad de género) declararon, con motivo de la celebración de este día, que la igualdad de género es uno de los valores fundamentales de la Unión Europea pero que, sin embargo, todavía está lejos de ser una realidad. Además, manifestaron que la brecha salarial de género no ha variado prácticamente en los últimos años, lo que significa que las mujeres trabajan de forma gratuita durante dos meses al año en comparación con los hombres, una injustica escandalosa e inaceptable en la Europa del siglo XXI.
Asimismo, los tres mandatarios enfatizaron en que la diferencia retributiva no es el único de los problemas que sufren las mujeres en el ámbito laboral, sino que, además, “tienden a trabajar en sectores peor remunerados, tienen menos promociones y están infrarrepresentadas en los puestos de gestión”. Por ello, la Comisión Europea trabaja en torno a estas problemáticas y en pocas semanas presentará un plan de acción para combatir la brecha salarial, además de intensificar las acciones ya en curso y presentar nuevas medidas.
Igualmente, los próximos días 20 y 21 de noviembre la Comisión organizará su Coloquio Anual sobre Derechos Fundamentales, que versará concretamente sobre los «Derechos de la Mujer en tiempos turbulentos», estando dedicada una parte de su programa a la brecha salarial. También, se proclamará, casi simultáneamente, el pilar europeo de derechos sociales, en el que se reafirma que las mujeres tienen derecho a una misma retribución por un trabajo de igual valor.