El pequeño país insular tendrá que organizar la agenda comunitaria de los próximos seis meses, buscar compromisos y superar una serie de desafíos como la crisis migratoria, las tensiones de política exterior y el esperado inicio de las negociaciones del “brexit”.
Para los próximos seis meses se esperan importantes elecciones en Francia y Países Bajos, además de que el Reino Unido active el artículo 50 del Tratado de la UE, con el que se inicie oficialmente el proceso de salida. El brexit es sin duda un desafío sin precedentes: el manejo de estas complejas negociaciones afectará a la forma que tenga la UE durante décadas. El mayor reto será mantener líneas claras de comunicación entre los Estados miembros y el Reino Unido cuando comiencen las negociaciones. Las cuestiones deben ser gestionadas de forma transparente y exhaustiva.
Sin subestimar lo anterior, el desafío más grande que la UE debe abordar es el de garantizar la participación ciudadana en los asuntos de la Unión, así como hacer que el trabajo de las instituciones sea más pertinente para las dificultades que encuentra la ciudadanía. Los próximos seis meses deben poner a los ciudadanos en el centro de la agenda de la UE. Europa necesita empezar a escuchar a su gente y actuar sobre sus preocupaciones y aspiraciones.
La seguridad y la migración también deben mantenerse en lo más alto de la agenda de la UE. La política, la seguridad y las rutas migratorias siguen siendo un gran reto al que hay que hacer frente de manera decisiva. Las prioridades durante la Presidencia ciertamente incluyen avances en la Política Europea de Inmigración; es necesario un sistema de asilo que asegure la solidaridad y la dignidad en la reubicación.
El crecimiento y el empleo siguen siendo una prioridad primordial para la UE en su conjunto. Si bien el empleo en la UE ha mejorado en los últimos tres años, las disparidades en las cifras de desempleo entre las regiones siguen siendo elevadas.
Además de esto, durante su Presidencia, Malta busca progresar en los expedientes relativos al mercado único digital. Lograr un acuerdo y concluir estos expedientes para que la UE tenga un marco legislativo y una infraestructura para hacer realidad las oportunidades digitales es una visión política necesaria para la ciudadanía europea.