La Comisión Europea propone la creación de un Fondo Europeo de Defensa y otras medidas para ayudar a hacer más eficiente el gasto de los Estados miembros en capacidades de defensa conjuntas, reforzar la seguridad de los ciudadanos europeos y fomentar una base industrial competitiva e innovadora.
En su discurso sobre el estado de la Unión de 2016, el presidente Jean-Claude Juncker destacó la importancia de una Europa fuerte capaz de defender y proteger a sus ciudadanos en el interior y en el exterior, una ambición esta que no puede conseguirse sin innovar y poner en común los recursos en la industria europea de defensa. Eso es lo que se persigue con el Plan de Acción Europeo de Defensa adoptado hoy por la Comisión.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha declarado: «Para garantizar nuestra seguridad colectiva, tenemos que invertir en el desarrollo común de tecnologías y equipos de importancia estratégica, y esto incluye desde las capacidades terrestres, aéreas, marítimas y espaciales, hasta la ciberseguridad. Para ello es necesario que los Estados miembros cooperen más y pongan más en común los recursos nacionales. Si Europa no cuida de su propia seguridad, nadie más va a hacerlo por ella. Con una base industrial de defensa que sea fuerte, competitiva e innovadora, tendremos autonomía estratégica».
De acuerdo con el Plan de Acción Europeo de Defensa, la Comisión propone:
1 – Crear un Fondo Europeo de Defensa para apoyar la inversión en investigación conjunta y el desarrollo conjunto de equipos y tecnologías de defensa: el Fondo 1 – propuesto incluiría dos «secciones» complementarias, pero diferentes en cuanto a estructura legal y fuentes presupuestarias.
- Una «sección de investigación», para financiar la investigación colaborativa en tecnologías de defensa innovadoras como la electrónica, los metamateriales, el softwareencriptado o la robótica. La Comisión ya ha propuesto 25 millones EUR para la investigación en defensa como parte del presupuesto de la UE para 2017, y espera que esta asignación presupuestaria pueda aumentar hasta un total de 90 millones EUR de aquí a 2020. En el marco financiero plurianual de la UE para después de 2020, la Comisión tiene previsto proponer un programa específico de investigación en defensa con un importe anual estimado de 500 millones EUR.
- Una «sección de capacidades», que serviría de herramienta financiera para que los Estados miembros participantes pudieran adquirir juntos determinados activos y reducir así los costes. Tales capacidades serían acordadas por los Estados miembros, que serían los propietarios de la tecnología y el equipo. Por ejemplo, los Estados miembros podrían invertir conjuntamente en tecnología de drones o comprar al por mayor helicópteros para reducir los costes. En orden de magnitud, esta sección podría movilizar unos 5 000 millones EUR al año. La Comisión emprenderá un estudio de alcance para afinar esta estimación.
2 – Fomentar la inversión en pymes, empresas incipientes, midcaps y otros proveedores de la industria de defensa: los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y el grupo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ya ofrecen apoyo financiero para el desarrollo de una serie de actividades de doble uso. La Comisión apoyará los esfuerzos del BEI por mejorar el acceso a la financiación para las cadenas de suministro en el ámbito de la defensa. Promoverá la cofinanciación de la UE de proyectos de inversión productiva y la modernización de las cadenas de suministro del sector de la defensa. En el marco del Plan de cooperación sectorial sobre capacidades, la Comisión apoyará la cooperación en el sector de la defensa al objeto de garantizar que las personas tengan las capacidades y la habilidad tecnológica adecuadas para generar innovación.
3 – Reforzar el mercado único para el sector de la defensa: la Comisión afianzará las condiciones para que en Europa exista un mercado de defensa abierto y competitivo, a fin de ayudar a que las empresas operen de manera transfronteriza y a que los Estados miembros obtengan el mejor rendimiento de su dinero en sus contratos públicos de defensa. Para ello, la Comisión impulsará la aplicación efectiva de la Directiva sobre la contratación pública en el ámbito de la defensa y la seguridad y de la Directiva sobre las transferencias en la UE, facilitará la participación transfronteriza en la contratación pública en el sector de la defensa, apoyará el desarrollo de normas industriales y promoverá la contribución de políticas sectoriales, por ejemplo los programas espaciales de la UE, a las prioridades comunes de seguridad y defensa.
Próximos pasos: la Comisión presentará y discutirá estas propuestas con las partes interesadas, en particular la creación del Fondo Europeo de Defensa. El Consejo Europeo de los días 15 y 16 de diciembre constituirá un hito clave a este respecto.
Antecedentes
En sus orientaciones políticas de junio de 2014, el presidente Juncker declaró lo siguiente: «Estoy convencido, también, de que debemos trabajar por una Europa más fuerte en materia de seguridad y defensa. Cierto, Europa es esencialmente una ‘"potencia suave'". Pero ni las más sólidas de esas potencias pueden funcionar a largo plazo sin algunas capacidades de defensa integradas».
En su discurso sobre el estado de la Unión del 14 de septiembre de 2016, el presidente Juncker anunció que «Europa ya no puede sustentarse en la fuerza militar de otros o dejar que Francia defienda por sí sola su honor en Mali. […] Para que la estrategia de defensa europea sea sólida, la industria de defensa europea debe innovar. Por este motivo, vamos a proponer antes de finales de año un Fondo Europeo de Defensa, a fin de potenciar la investigación y la innovación».
En los últimos diez años, los Estados miembros han reducido el gasto en defensa cerca de un 12 % en términos reales, sin que ello se haya visto compensado por una mayor cooperación europea. Se estima que la falta de cooperación entre los Estados miembros en el ámbito de la defensa y la seguridad cuesta anualmente entre 25 000 millones y 100 000 millones EUR (ver anexo).
En la Cumbre de Bratislava de septiembre de 2016, los líderes de veintisiete Estados miembros llegaron a esta conclusión: «Necesitamos a la UE para garantizar no solo la paz y la democracia, sino también la seguridad de nuestros ciudadanos». En un entorno geopolítico desafiante, acordaron que era necesario reforzar la cooperación de la UE en seguridad exterior y defensa. Como medida concreta establecieron que el Consejo Europeo de diciembre de 2016 debía «decidir sobre un plan de aplicación en materia de seguridad y defensa concreto y sobre el mejor modo de servirse de las opciones que brindan los Tratados, en especial en lo referente a capacidades».
El Plan de Acción Europeo de Defensa está estrechamente relacionado con el plan de aplicación de la Estrategia Global de la UE en el ámbito de la seguridad y la defensa, del que es complementario, y en el que se presenta un nuevo nivel de ambición para la Unión y se determinan las medidas para conseguirlo; asimismo, guarda una estrecha relación con la implementación de la declaración conjunta UE-OTAN firmada por el Presidente del Consejo Europeo, el Presidente de la Comisión y el Secretario General de la OTAN. Las medidas propuestas en este Plan de Acción Europeo de Defensa conducirán a una Unión Europea más fuerte en materia de defensa, lo que en última instancia también significa una OTAN más fuerte.
El Plan de Acción también está relacionado con el marco común de abril de 2016 para luchar contra las amenazas híbridas y fomentar la resiliencia de la UE, de sus Estados miembros y de los países socios, al tiempo que se intensifica la cooperación con la OTAN en la lucha contra esas amenazas, lo que a su vez ahonda en la Agenda Europea de Seguridad adoptada por la Comisión en abril de 2015.
Para más información
- Preguntas frecuentes
- Ficha informativa
- Plan de Acción Europeo de Defensa
- Orientaciones políticas del presidente Juncker
- Plan de aplicación de la Estrategia Global de la UE en el ámbito de la seguridad y la defensa
- Declaración y hoja de ruta de Bratislava
- Informe de evaluación de la Directiva relativa a la contratación pública
- Nota orientativa sobre las ventas de gobierno a gobierno y sobre la aplicación de la Directiva relativa a la contratación pública
- Informe de evaluación de la Directiva relativa a las transferencias
- Recomendación sobre la armonización de la licencia de transferencia general para las fuerzas armadas con arreglo a la Directiva 2009/43/CE (licencia de transferencia)
- Recomendación sobre la armonización de la licencia de transferencia general para los destinatarios certificados con arreglo a la Directiva 2009/43/CE (licencia de transferencia)
- Informe del grupo de expertos asesores sobre el acceso transfronterizo de las pymes a contratos de defensa y seguridad
ANEXO
Argumentación a favor de un gasto más eficiente en defensa desde el punto de vista empresarial
Colectivamente, el gasto militar europeo es el segundo más grande del mundo, después del de los EE. UU. Sin embargo, mientras que los presupuestos de defensa en Europa se han ido reduciendo en los últimos años, otros actores mundiales (China, Rusia y Arabia Saudí) han mejorado sus sectores de defensa a una escala sin precedentes. En 2015, los EE. UU. invirtieron en defensa más del doble que todos los Estados miembros de la UE juntos. En los últimos diez años, China ha incrementado su presupuesto de defensa en un 150 %. En cambio, los Estados miembros de la UE han reducido el gasto en defensa cerca de un 12 % en términos reales en el último decenio.
Esta disminución del gasto nacional en defensa no se ha visto compensada por una mayor cooperación europea. Europa sufre la ineficiencia del gasto debido a las duplicaciones,
la falta de interoperabilidad, las brechas tecnológicas y las insuficientes economías de escala para la industria y la producción. En torno al 80 % de la contratación pública en defensa se realiza sobre una base puramente nacional, lo que conduce a una costosa duplicación de capacidades militares. Se estima que la falta de cooperación entre los Estados miembros en el ámbito de la defensa y la seguridad cuesta anualmente entre 25 000 millones y 100 000 millones EUR.
Sin una inversión sostenida en defensa, Europa corre el riesgo de carecer de la habilidad tecnológica necesaria para construir la próxima generación de capacidades de defensa críticas. En última instancia, ello afectará a la autonomía estratégica de la Unión y a su capacidad para actuar como proveedora de seguridad.
Más Europa en materia de defensa tendrá un efecto indirecto positivo en la economía europea. La industria europea de defensa genera una cifra de negocios total de 100 000 millones EUR anuales y da empleo directa o indirectamente a 1,4 millones de personas altamente capacitadas. Cada euro invertido en defensa genera un rendimiento de 1,6, en particular en cuanto a empleo cualificado, investigación, tecnología y exportaciones.