La “Estrategia de relaciones culturales internacionales” adoptada ayer responde a la prioridad de la Comisión de que la UE se convierta en un agente más fuerte a escala mundial.
Esta estrategia propone estimular la cooperación cultural entre la UE y sus países socios, así como promover un orden mundial basado en la paz, el Estado de Derecho, la libertad de expresión, el entendimiento mutuo y el respeto de los valores fundamentales, además, la cultura puede desempeñar un papel crucial para reforzar las asociaciones internacionales.
La Comisión Europea, durante la presentación de su estrategia, declaró que la cultura es una herramienta poderosa para tender puentes entre las personas, reforzar el entendimiento mutuo, y, también puede ser un motor del desarrollo económico y social. También sostuvo que la cultura puede ayudarnos a mantenernos unidos, dado que actualmente afrontamos desafíos comunes, para combatir la radicalización y construir una alianza de civilizaciones, siendo esta la razón por la que la diplomacia cultural debe estar en el centro de nuestras relaciones actualmente.
La acogida de esta estrategia ha sido favorable, ya que está en consonancia con la Agenda 2030, recientemente adoptada, que reconoce la ciudadanía mundial, la diversidad cultural y el diálogo intercultural como principios fundamentales del desarrollo sostenible y para las políticas de la UE en materia de vecindad y ampliación. El diálogo intercultural puede contribuir a la prevención de conflictos y a responder a retos mundiales como la integración de los refugiados, la lucha contra la radicalización y la protección del patrimonio cultural mundial, además de ser un vehículo para conseguir importantes beneficios económicos y sociales dentro y fuera de la UE.
La cultura se está convirtiendo cada vez más en una forma de crecimiento económico, no sólo en sus formas tradicionales, sino especialmente a través de las industrias culturales y creativas, las PYMEs y el turismo. Esto refuerza la opinión de que las relaciones con otros ámbitos son cruciales y de que los sectores públicos y privados, y la sociedad civil deberían participar cada vez más.