Siguiendo la Iniciativa ciudadana europea Right2Water, las nuevas normas adoptadas por la Comisión proporcionan flexibilidad a los Estados miembros en cuanto a cómo la calidad del agua potable se controla en unas 100.000 zonas de abastecimiento de agua en Europa. Esto permitirá una supervisión más centrada, basada en el riesgo, al tiempo que se garantiza la plena protección de la salud pública.
La Comisión Europea ha aprobado las nuevas normas para mejorar el monitoreo de agua potable en toda Europa, así como la mejora del acceso al agua potable salubre y limpia en Europa.
Esta modificación de la Directiva sobre agua potable es una respuesta a las peticiones de los ciudadanos y del Parlamento Europeo de adoptar una legislación justa y comprensiva que garantice un mejor suministro de agua. Asimismo, permite una implementación mejorada de las normas comunitarias por los Estados miembros, ya que elimina cargas innecesarias.
Ahora los Estados miembros pueden decidir, sobre la base de una evaluación de riesgos, qué parámetros controlar dado que algunas zonas de abastecimiento de agua potable no suponen ningún riesgo para la búsqueda de sustancias peligrosas. También pueden optar por aumentar o reducir la frecuencia de muestreo en las zonas de abastecimiento de agua, así como ampliar la lista de sustancias para controlar en caso de problemas de salud pública.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, ha explicado que el agua potable y de alta calidad es esencial para el bienestar y la salud pública, así como para asegurar un alto nivel de toda la Unión. “Este nuevo sistema de seguimiento y control nos permite reducir los análisis innecesarios y concentrarnos en los controles que de verdad importan”, ha señalado.
Los Estados miembros disponen de dos años para aplicar las disposiciones de esta nueva legislación.
