Estamos en un momento trascendental y vivimos tiempos difíciles. No hace falta que describa la gravedad de las amenazas a las que nos enfrentamos. O las devastadoras consecuencias que tendríamos que afrontar si estas amenazas se materializaran. Porque la cuestión ya no es si la seguridad de Europa está realmente amenazada, o si Europa debería asumir más responsabilidad por su propia seguridad. En realidad, hace mucho tiempo que conocemos las respuestas a estas preguntas. La verdadera cuestión a la que nos enfrentamos es si Europa está dispuesta a actuar con la decisión que la situación requiere. Si Europa está preparada y es capaz de actuar con la rapidez y ambición necesarias. En las distintas reuniones de las últimas semanas —la última de ellas hace dos días en Londres— la respuesta de las capitales europeas ha sido clara y contundente. Estamos en una época de rearme. Europa está dispuesta a impulsar masivamente su gasto en defensa. Tanto para responder a la urgencia de actuar a corto plazo y apoyar a Ucrania, como para abordar las necesidades a largo plazo de asumir una responsabilidad mucho mayor en lo que se refiere a nuestra seguridad europea.
Esta es la razón por la que hoy he escrito una carta a los dirigentes antes del Consejo Europeo del jueves. Esta es la razón por la que estamos aquí hoy. He esbozado en esta carta el plan ReArmar Europa. Este conjunto de propuestas se centra en cómo utilizar todas las palancas financieras a nuestra disposición para ayudar a los Estados miembros a aumentar rápida y significativamente el gasto en capacidades de defensa. En un primer momento de forma inmediata, pero también a lo largo de esta década. El plan consta de cinco partes.
La primera parte del plan ReArmar Europa consiste en movilizar la financiación pública en defensa a nivel nacional. Los Estados miembros están dispuestos a invertir más en su propia seguridad si disponen del margen de maniobra presupuestario, y debemos permitirles que lo hagan. Esta es la razón por la que propondremos en breve activar la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Permitirá a los Estados miembros aumentar significativamente sus gastos de defensa sin activar el procedimiento de déficit excesivo. Por ejemplo, si los Estados miembros aumentaran su gasto en defensa en un 1,5 % del PIB por término medio, esto podría crear un margen presupuestario de cerca de 650 000 millones de euros a lo largo de un período de cuatro años.
La segunda propuesta será un nuevo instrumento que proporcionará 150 000 millones euros en préstamos a los Estados miembros para inversiones en el ámbito de la defensa. Se trata básicamente de gastar mejor y de gastar juntos. Estamos hablando de ámbitos de capacidades paneuropeos como, por ejemplo, la defensa aérea y los antimisiles, los sistemas de artillería, los misiles, los drones armados y los sistemas antidrones. Pero también para abordar otras necesidades, por ejemplo, de movilidad cibernética y militar. La propuesta ayudará a los Estados miembros a poner en común la demanda y realizar compras conjuntas. Por supuesto, con este material, los Estados miembros pueden intensificar masivamente su apoyo a Ucrania. Así pues, material militar inmediato para Ucrania. Este enfoque de la contratación conjunta también reducirá los costes y la fragmentación, mientras que aumentará la interoperabilidad y reforzará nuestra base industrial de defensa. Y, como acabo de explicar, puede beneficiar a Ucrania. Por lo tanto, ha llegado el momento para Europa, y debemos estar a la altura.
El tercer punto consiste en aprovechar el poder del presupuesto de la UE. Es mucho lo que podemos hacer a corto plazo en este ámbito para destinar más fondos a inversiones relacionadas con la defensa. Esta es la razón por la que puedo anunciar que propondremos posibilidades e incentivos adicionales para que los Estados miembros decidan si desean utilizar los programas de la política de cohesión para aumentar el gasto en defensa.
Los dos últimos ámbitos de actuación tienen por objeto movilizar capital privado acelerando la Unión Europea de Ahorros e Inversiones y a través del Banco Europeo de Inversiones.
Concluyo: Europa está dispuesta a asumir sus responsabilidades. ReArmar Europa podría movilizar cerca de 800 000 millones de euros para una Europa segura y resiliente. Seguiremos colaborando estrechamente con nuestros socios de la OTAN. Ha llegado la hora para Europa. Y estamos dispuestos a redoblar nuestros esfuerzos.