El análisis de las elecciones europeas de junio de 2024 muestra una relativa continuidad política e institucional. Aunque los partidos de derecha nacionalista dominaron en varios países, la coalición central europeísta; compuesta por el Partido Popular Europeo (PPE), Social Demócratas (S&D) y Renew Europe, logró mantener más del 50% de los escaños, lo que permitió asignar rápidamente altos cargos en las instituciones europeas. Sin embargo, la coalición ha mostrado debilidades, como lo evidenció la confirmación del nuevo Colegio de Comisarios, con menos apoyo que en 2019 Además, se observa una fragmentación política y una falta de cohesión, lo que genera dificultades para que el Parlamento Europeo impulse la agenda política. A pesar de ello, el Parlamento sigue siendo una institución clave en la legislación, con un impacto directo en las regulaciones nacionales. España, al ser la cuarta delegación por número de eurodiputados, tiene un poder significativo especialmente por el liderazgo de los grandes partidos españoles, Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, dentro de las coaliciones PPE y S&D. Esto le permite influir en la toma de decisiones y en las nuevas prioridades estratégicas de la UE, así como en el proceso legislativo y el equilibrio institucional, lo cual refleja la importancia de la influencia nacional más allá de su peso en los órganos intergubernamentales
El articulo esta organizado en torno a cuatro apartados
- La influencia en la dimensión organizativa e institucional
- La influencia en los contenidos
- . La influencia en el equilibrio institucional
- . La erosión del consenso entre los eurodiputados españoles
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