Granada, 5 de octubre de 2023
Estimados amigos y colegas:
En primer lugar, desearía agradecer a nuestro anfitrión, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez —estimado Pedro—, que nos haya reunido aquí hoy, en esta Cumbre de la Comunidad Política Europea. Detrás de la Comunidad Política Europea hay una idea: la de que la comunidad europea puede y debe configurar su propio futuro. Estamos vinculados por una geografía y por una historia comunes, y ese hecho ha ido dando forma a los valores y las normas que hoy compartimos. Los europeos llevamos décadas construyendo una arquitectura de seguridad basada en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho internacional. En estos momentos, esta arquitectura de seguridad se ve amenazada. Un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha lanzado un ataque contra su pacífico vecino. Esa agresión dura ya 588 días. Es nuestra obligación lograr que prevalezca Ucrania, y no el «derecho de la fuerza»; es también nuestra obligación restablecer la arquitectura de seguridad europea para que, en este continente, todos los europeos puedan vivir en paz y libertad. Esos son los objetivos que deben guiarnos aquí, en la CPE.
Tales son los principios que conforman este programa de actuación. Tomemos el ejemplo de la energía: con él expongo mi segundo argumento. Hemos trabajado duramente para garantizar nuestra seguridad energética y conseguir energía asequible para nuestros hogares europeos. Creo que podemos enorgullecernos de cómo dominamos la grave crisis energética del pasado invierno. Por ejemplo, actualmente estamos comprando la energía de forma conjunta, no solo entre los 27 Estados miembros de la UE, sino entre los miembros de nuestra Comunidad de la Energía más amplia que incluye a Ucrania, Moldavia, Noruega y Serbia. El Reino Unido está, por otra parte, también integrado en este mercado de la energía. Este procedimiento ha reducido los precios de la energía. Hoy, nuestros almacenes están llenos. Como bien has dicho, Volodímir, nos hemos liberado de la dependencia respecto de los combustibles fósiles rusos. Y, gracias a ello, hemos transformado el chantaje energético de Putin en una amenaza vacía. Por eso nos animo a todos desde aquí a que estudiemos la mejor manera de reproducir este éxito en otros ámbitos, desde la energía limpia hasta las materias primas. Además de proteger a las personas, también tenemos que esforzarnos por proteger nuestro planeta. Por primera vez en su historia, la Unión Europea genera ahora más electricidad a partir de las energías renovables, como la eólica y la solar, que del gas. Esto no es solo positivo para nuestro planeta, sino que además está creando buenos puestos de trabajo aquí, en Europa, y afianzando al mismo tiempo nuestra independencia energética.
Mi tercer y último argumento: Europa siempre ha sido un continente de pioneros e innovadores. Y debemos seguir explorando las fronteras de la innovación también en lo que respecta a la inteligencia artificial. El potencial de la inteligencia artificial es inmenso en sectores que van desde la asistencia sanitaria hasta la agricultura, pasando por muchos otros. Pero también tenemos que proteger a los europeos de los riesgos de una inteligencia artificial no regulada. La Unión Europea ha presentado la primera Ley integral y propicia a la innovación sobre Inteligencia Artificial del mundo. Parte de un enfoque centrado en el ser humano. Se tardará algún tiempo en aplicarla. Por eso necesitamos ahora ofrecer una respuesta mundial coordinada y mantener un diálogo con las empresas para que se comprometan voluntariamente a hacer un uso de la IA ético y anclado en valores. Unamos nuestras fuerzas también en este campo y luchemos por construir una auténtica gobernanza mundial de la inteligencia artificial.
Todos los retos a los que nos enfrentamos, desde la seguridad colectiva hasta la IA, exigen una respuesta común europea. Y ese es el espíritu de la Comunidad Política Europea. Sigamos sacándole el máximo provecho. Sigamos convencidos de que somos más que un continente. Somos una comunidad de destino.
Muchas gracias.